Los cuellos de botella en un proceso de producción se dan cuando una fase de la cadena va más lenta que las demás, y por tanto limita la capacidad global de la cadena de producción
La fase donde se concentra el cuello de botella, es como el eslabón más débil de la cadena de producción, y toda la capacidad de fabricación de la cadena depende de esta fase.
Los
efectos negativos que pueden producen los cuellos de botella son los siguientes:
- paralizan el trabajo
- retrasos en plazos de entrega
- costes mayores
¿Cómo actuar ante un cuello de botella?
Lo primero que tenemos que hacer es
identificar el cuello de botella.
Una vez identificado,
analizarlo concienzudamente y establecer los cambios necesarios para eliminar la restricción, primero buscando las soluciones sencillas.
Es importante centrarse en el cuello de botella, y no malgastar recursos tratando de mejorar en fases no cuello de botella, ya que no nos proporcionará ningún valor añadido.
Si aún sigue limitando la capacidad de la producción, habrá que dedicar una mayor
inversión para conseguir solucionar el cuello de botella.
Cuando se consigue solucionar el cuello de botella, éste puede trasladarse a otra fase de la cadena, y así continuamente. Por lo tanto, hay que establecer
indicadores para identificar rápidamente los cuellos de botella que puedan surgir en la producción.
Una forma de reducir los impactos negativos de los cuellos de botella es generar un stock amortiguador, para que las fases no cuello de botella no queden desabastecidas.
En esta imagen podemos observar que en la estrechez del cuello de botella, se limita el flujo de la producción.
Mientras que a la derecha vemos un proceso sin cuello de botella, sin ninguna limitación en la producción.
Para comprender mejor lo que genera un cuello de botella, os recomiendo el libro
"La Meta", de Eliyahu Goldratt.
